Pasé por la Basílica y en toda la esquina queda el restaurante La Barra y allí visité a un amigo con el que hace mucho tiempo no hablaba. Me recibió como siempre de manera muy amable y descomplicada. El viejo “Juancho” o mejor Juan Bautista Bedoya. El hombre que nos dio hace 23 años la oportunidad de trabajar vendiendo reliquias en la plazoleta de la Basílica. Cómo olvidar a Juancho cuando le fiaba mercancía a mi amigo Reynel Roa (Q.E.P.D.) con quien yo trabajé y pude pagar mis primeros años de la carrera de Derecho. Quienes conocemos a Juancho sabemos de su gran don de gentes, civismo y solidaridad a toda prueba. Por esas condiciones la vida le ha sonreido y ha tenido la mejor de las suertes en su trabajo como comerciante. Como dicen por Ahí, a todo lo que “Juancho le pone el ojo, lo pone a producir”.
Como publicaron en una nota de prensa hace unos días “Comerciante y empresario con una experiencia bastante importante, aprendió a integrar los principios éticos, lo sagrado de lo público y los valores inculcados por su familia, desarrollados en las responsabilidades que asumió como propietario de varios negocios donde sus fortalezas son generar empresas, famiempresas, para lograr construir tejido el social de toda la comunidad bugueña con empleo digno. Desde estas instancias ha promovido y fortalecido el progreso del comercio y el turismo religioso de Buga, logrando posicionar a esta ciudad como Capital turística espiritual de América, también ha logrado que la comunidad bugueña impulse la conformación de la cadena productiva de artículos religiosos y artesanías, alcanzando jalonar más de 50 empleos directos y 150 indirectos, mejorando de esta manera la calidad de vida a más de 200 familias, impulsando la microempresa y las famiempresas con diversos productos religiosos”.
Con ese propósito de luchar contra la pobreza y generar oportunidades de trabajo, principalmente para las mujeres cabeza de familia, “Juancho” ha contratado facilitadores, encargados de capacitar a estas damas en diferentes artes en las instalaciones de su establecimiento de comercio. Ya son muchas las que se han beneficiado y como dice Juancho “HAY QUE ENSEÑAR A PESCAR PARA QUE LA GENTE PUEDA PROCURARSE SU FUTURO”
Con ese propósito de luchar contra la pobreza y generar oportunidades de trabajo, principalmente para las mujeres cabeza de familia, “Juancho” ha contratado facilitadores, encargados de capacitar a estas damas en diferentes artes en las instalaciones de su establecimiento de comercio. Ya son muchas las que se han beneficiado y como dice Juancho “HAY QUE ENSEÑAR A PESCAR PARA QUE LA GENTE PUEDA PROCURARSE SU FUTURO”
Juan Bautista Bedoya se cansó de apoyar a otros candidatos y ahora, es él quien quiere tener la oportunidad de ser concejal y es un fuerte aspirante a ocupar una de las 17 curules, avalado por el partido Cambio Radical, con el número 4, .Porque conoce a Buga y su compromiso es ayudar a construir la ciudad que todos soñamos, de la mano de los bugueños anhela contribuir con su experiencia al desarrollo de esta pujante ciudad.